Tiempo
de cosecha estos días en las huertas terapéuticas que cuidan los y las
pacientes del Hospital de Día de Psiquiatría de Ourense, como parte de su
programa de rehabilitación y terapia, una labor integral que aporta una
experiencia lúdica y positiva, especialmente emocional en estos días en los que
pueden disfrutar del trabajo de todo el año.
La experiencia comenzó en plena pandemia, justo
a la salida del confinamiento, para dar respuesta a la necesidad de mantener las terapias, la sociabilización y el ejercicio físico, en un ámbito seguro para
los pacientes, por medio del cuidado de la huerta terapeútica, situada en la cubierta del
nuevo edificio de hospitalización, donde también se desarrollaban al aire libre las
terapias grupales, después de una caminata con salida y vuelta al hospital.
Desde hace justo un año, las posibilidades de trabajo
y siembra se ampliaron, al acceder a unas de las parcelas de las huertas
ecológicas municipales de Mariñamansa, por medio de un convenio con la Concejalía de Medio
Ambiente. El nuevo terreno permitió establecer una ruta para ir andando,
desde el hospital de una a otra huerta, aumentando también las posibilidades de cultivo,
con patatas, tomates, calabazas y calabacines.
Fuente de salud física y mental
Los beneficios de la jardinería y la horticultura
están bien documentados en la literatura científica, tanto por los beneficios
epigenéticos y de longevidad, de la da abundantes muestras la provincia de Ourense, como fuente de bienestar y satisfacción personal en general,
especialmente cuando es grupal, ya que permite la socialización, facilita
ampliar la red social, obtener experiencias emocionales positivas y reducir el
estrés, de gran ayuda en el tratamiento complementario de las enfermedades mentales.
Los pacientes con trastornos mentales graves
presentan además un aumento de vulnerabilidad a la hora de adoptar estilos de vida
perjudiciales, debido al sedentarismo, tabaquismo y mantenimiento de malos
hábitos dietéticos. En la perpetuación de estos hábitos de vida hay varios factores, por una parte el tratamiento antipsicótico, que supone un factor de riesgo para
el desarrollo de obesidad y síndrome metabólico, y de otra la enfermedad
mental misma, que provoca abulia y anhedonia, apatía y dificultad para
disfrutar de las cosas agradables de la vida, que dificultan el mantenimiento de la
actividad física.
Los paseos de los pacientes de salud mental y su
trabajo en la huerta terapeútica son ya una presencia habitual en el hospital,
dando vida a una cubierta que sirve de espacio de desconexión para
los profesionales, que desarrollan en este espacio reuniones de trabajo o sesiones, de rehabilitación con pacientes de neumología o traumatología, o de conexión
con el aire libre, de otros enfermos de larga estancia en el hospital, o incluso
para encuentros familiares en un ambiente más amable.
Compromiso de los profesionales
Para asumir esta iniciativa dentro de la programación del Servicio
de Psiquiatría es indispensable el compromiso y entusiasmo de los profesionales de su Hospital de Día, que los acompañan y alientan, desde la psiquiatra y el
psicólogo clínico, a la enfermera y a las técnicas de cuidados auxiliares de enfermería,
aprendiendo para poder servir de ayuda a los pacientes también en esta
faceta.
En esta labor de rehabilitación e integración
colabora también la Sección de Alimentación y Cocina del Hospital Universitario que, de la mano de su jefe de sección, Antonio Pazos,
acoge a los pacientes en una clase de cocina saludable, que se desarrolla una
vez al mes y que hoy se despiden con una pizza hasta septiembre.